En la publicación de hoy hablaré de un intérprete muy apreciado en Galicia y fuera de ella. Pucho Boedo fue una voz carismática y que reflejaba en ella todo un sentir y una sensibilidad por nuestra tierra fuera de lo común.
A pesar de su grave enfermedad renal, él siguió cantando hasta su muerte y de hecho pienso que de seguir vivo lo seguiría haciendo porque era su pasión y toda su vida.
Falleció el 26 de Enero de 1986.
Nadie le enseño el arte de cantar, porque era autodidacta y con todas las dificultades para ello comenzó a cantar en gallego allá por los 60, cuando casi nadie lo hacia
Todo su esplendor y saber hacer lo desarrolló en su mayor parte con el grupo Los Tamara, donde cosechó sus mayores éxitos. En 1976 dejó Los Tamara y se fue a vivir a Palma de Mallorca y no sería hasta 1982 cuando reapareció como solista.
Este es un pequeño homenaje, cuando se van a cumplir treinta años de su muerte, a un artista popular en Galicia, como pocos, y del cual nos quedan su música, su recuerdo y el cariño por su tierra.
En A Coruña existen dos estatuas en su recuerdo, una en la Plaza de Azcárraga y otra en O Ventorrillo.
Una de los temas interpretados por el y que a mi más me impresionó es “O vello e o sapo”
Y en estos vídeos podéis ver un documental realizado por la Voz de Galicia junto con la TVG, sobre su historia y anécdotas….