Todos aquellos Pontevedreses que nos interesamos un poco por la historia de nuestra ciudad, oímos hablar alguna vez de las Torres Arzobispales y castillo de Churruchaos y que no debemos confundir con la casa o palacio del mismo nombre.
Las Torres Arzobispales y castillo de Churruchaos que no debemos confundir con la casa o palacio del mismo nombre.
Las Torres Arzobispales eran un conjunto-fortaleza construido allá por el 1500 y pico y destruido por los Ingleses en 1719, quedando solamente en pié parte de las dos torres que a su vez fueron eliminadas definitivamente en 1873 y construido en su lugar el Palacete de los Mendoza.
Esta fortaleza estaba situada donde hoy se encuentra el Patronato de Turismo Rias Baixas y anteriormente Caja Madrid .
El Palacio de los Churruchaos se encontraba al inicio de la calle Charino, en un solar situado entre las torres arzobispales y la puerta de Santo Domingo, y fue destruido a principios del siglo. No se ha podido encontrar una explicación a su denominación, pero sí se sabe que perteneció a los Sotomayor.
Pues bien, lo que poca gente conoce es que en los primeros años del siglo XX, el prócer Augusto Gonzalez Besada, que llegó a ser Ministro de Fomento, decidió construir una gran quinta en terrenos del vecino ayuntamiento de Poio. Su gran biblioteca la decidió instalar en un edificio propio, que tendría por fachada la conocida como “Casa de los Churruchaos”.
Lo cierto es que derribada esa casa, se trasladaron y montaron en dicha finca de Poio las piedras labradas de una de las mejores muestras de la arquitectura civil que quedaba en la capital.
Se conservan todavía fotografías de este curioso palacete urbano . La ventana horizontal apaisada se montaría años después en la fachada de la torre de la iglesia de San Francisco, donde perdura.
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